El viaje a la Patagonia me sorprendió con el
singular evento de la floración de la caña colihue (o coligüe,
Chusquea culeou),
nativo de la zona, que cubre amplios sectores del
bosque andino patagónico norte.(no confundir con el Coihue,
Notofaghus dombeyi, que es un árbol)
Este bambú tiene la característica de
ser macizo, y su género se extiende desde centroamérica hasta los Andes
Patagónicos. La especie culeou es de uso tradicional en Argentina, en
especial para la fabricación de muebles y algunas estructuras simples.
Es un bambú paquimorfo, pero sus matas no
son muy cerradas.
Como es sabido, la floración del
bambú es un evento singular, si bien varía mucho en cuanto a regularidad
de especie a especie. Hay bambues como Bambusa vulgaris
vitatta del que no hay registro de floración; otros bambúes florecen con cierta
regularidad y frecuencia. Asimismo, hay floraciones gregarias, que
involucran a todos los ejemplares de la especie en el mundo, y otras que
son esporádicas o locales. EN el caso de Ch. culeou, la última floración
está registrada en la década del '50. La floración está lógicamente
relacionada con al producción de semillas, que le vale a la especie para
diversificarse genéticamente, ya que cada semilla tiene un contenido
distinto. La cantidad de semillas es verdaderamente notable, y viene
asociada con un desarrollo en el número de roedores que se alimentan de
la misma mientras está disponible en el suelo, con los trastornos
correspondientes en los pueblos y ciudades vecinos.
Otra característica de las
floraciones gregarias es que siguen con la muerte de los
cañaverales. La observación de las cañas, por lo tanto, puede orientar
acerca de cuándo se produjo el episodio.
Vemos que la floración ha sucedido, o está
sucediendo en distinto momento según el lugar. Los bambúes de zonas
cercanas a Bariloche (como el circuito chico) han florecido hace unos
pocos años, al igual que en las laderas de la península de Quetrihue
(cercano a Villa La Angostura); en el Cerro Bayo vimos colihues secos y
verdes; en El Alerzal, Chubut, se apreciaban en plena floración, con
ejemplares aún no completamente secos; en el camino a San Martín de los
Andes, se veían renuevos bastante desarrollados, casi sin cañas secas.
La primera observación la hicimos en el
camino al Llao Llao, en Bariloche, donde vimos muchos Chusquea culeou
ya secos, que evidenciaba una floración de hace unos años. En pocos
ejemplares podían verse aún receptáculos de semillas, vacíos.
Días después, visitando
La Angostura, en el Parque Nacional Los Arrayanes, concretamente en la
península de Quetrihue, al Norte del Nahuel Huapí. En el lugar, los
bambúes estaban secos, sin rastros ya de flores o semillas en sus cañas.
Según datos del guía del lugar, la floración se habría producido hace 3
años, es decir, en la primavera de 2010. En el recorrido de la misma
península podían observarse algunos ejemplares aún verdes, pero
debilitados, con color de hoja de un verde más claro que el usual.
Cabe aclarar que en otras zonas cercanas a
Villa La Angostura vemos amplias matas de Chusquea sin florecer, ni
rastros de cañas viejas secas que podrían indicar floración en recientes
años, lo que evidencia que el fenómeno no abarcó toda la zona Norte del
Nahuel Huapí. Tuvimos ocasión de hablar con el dueño del vivero Las
Gencianas, en bahía Manzano (afueras de Villa la Angostura), quien se
especializa en plantas nativas de la cordillera patagónica. Nos comenta
que, si bien sabía que Chusquea c.había florecido en zonas vecinas, no
lo había hecho en su zona. De hecho, tenía ejemplares para la venta, en
macetas de 1 o 2 litros, sin signo alguno de floración.
La base del cerro Bayo ofrece un
bosque de coihues majestuosos. Al llegar a una cascada, se observan
chusqueas secas alternadas con renuevos verdes, que muestran una
floración de hace unos años, tal vez anterior a la de Quetrihue.
Siguiendo el viaje hacia el sur
llegamos a Lago Rivadavia, Lago Menéndez, y El Alerzal, Parque
Nacional Los Alerces, ya en la provincia del Chubut.
En el Lago Verde, próximo al lago
Menéndez, en medio de arrayanes y coihues, vimos cañas florecidas, con
espigas desarrolladas y abundantes semillas.Dichas cañas presentaban un
color amarillo, lo que evidenciaba una floración reciente. También había
ejemplares secos, no deteriorados.
Pero lo más magnífico se presentó en
el mismo Alerzal, bosque milenario de alerces (Fitzroya cupresoides) que
conforma una lengua de la Selva Valdiviana.La formación selvática
contrasta con otros bosques de la región, debido a su régimen de
lluvias (unos 4000 mm anuales), que duplican las de bosques vecinos,
como el de alrededores del Lago Verde y puerto El Chucao, sobre el Lago
Menéndez.
La selva está poblada de
abundantísimos cañaverales, completamente florecidos y en plena semilla.
Según el Guardaparque del lugar, la floración se produjo en Septiembre
del 2012, esperando el problema con los roedores para este año 2013.
Cabe aclarar que El Alerzal es una
zona intangible, a la que los visitantes ´solo acceden con guías y por
medio de navegación por el Lago Menéndez. La zona visitada, hoy
protegida, fue objeto de explotación forestal hasta 1937, año de
creación del Parque Nacional.
El regreso desde El Chucao hasta Lago
Verde, bordeando el Río Menéndez, nos mostró abundantísimos cañaverales,
de los que pudimos recolectar semillas.
Camino al Norte, hacia
San Martín de los Andes, enter el lago Falkner y el Melinquina, vimos
renuevos relativamente pequeños, de una floración que ocurrió hace unos 7
años según información de un lugareño.
Vemos que la floración
ha sucedido, y está sucediendo, en distinto momento según el lugar,
considerando la misma como floración gregaria, que se extiende por la región
año tras año.
Abajo, Galería de fotos
de las Chusquea en distintas etapas de floración/semilla.
Hacer click en la
imagen para ver foto de mayor tamaño.
|
|